Esta competencia se puede aplicar tanto al ámbito educativo como empresarial fomentando habilidades como el trabajo en equipo y la comunicación, y mejorando las relaciones con los demás.

Saber gestionar las emociones es esencial para desarrollar habilidades como la empatía, la motivación o mejorar las habilidades sociales. En este sentido, hace unos años se comenzó a popularizar el concepto de inteligencia emocional, que es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar tanto las emociones propias como las de los demás.
El desarrollo de la inteligencia emocional influye en el bienestar personal y en la calidad de la relaciones interpersonales, y es por eso que sus aplicaciones se encuentran en varios ámbitos, tanto en la educación como en la empresa. Vemos alguno de sus aspectos clave en este artículo.
1. ¿Cómo se aprende a desarrollar la inteligencia emocional?
Desarrollar la inteligencia emocional implica un proceso consciente de autoconocimiento y práctica. El primer paso es la autoconciencia, es decir, reconocer y comprender nuestras propias emociones. Una vez identificadas, llegaría la autorregulación, que consiste en aprender a gestionar de manera adecuada las emociones....
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