Cómo realizar un Plan de Formación en la Empresa
En palabras de Henry Ford `sólo hay algo más caro que formar a las personas y que se marchen: no formarlos y que se queden´
La formación es la piedra angular de cualquier organización, es la clave del cambio, de la mejora continua, del ser competitivos en el mercado, de retener talento, del aumento de productividad y de un sin fin de porqués que en ocasiones no siempre se cuantifican a corto plazo, pero que si dan sus frutos a la larga.
Por ello, elaborar un Plan de Formación en una empresa, no es tarea fácil. Según las dimensiones de la empresa, este trabajo recae en un departamento de formación, en una consultora externa o se incluye entre las funciones del departamento de recursos humanos. En pymes y micropymes, la formación recae en personal directivo o mando intermedio, y no se planifica como tal, sino que se recurre a la formación para aspectos concretos y puntuales.
Según el "Informe anual 2014" de Formación en las Empresas, elaborado por la Fundación Tripartita: 471.590 empresas realizaron formación bonificada en 2014, un total de 3.291.803 personas participaron en las actividades formativas, y el crédito de formación superó los 588 millones de euros.
Además, la entrada en vigor la Ley 30/2015, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el empleo en el ámbito laboral, cambia las reglas del juego, cambia cómo se venía gestionando la formación hasta ahora.
Ante un paradigma tan "complejo", elaborar un Plan de Formación sigue teniendo sus fases y sus procesos a nivel interno en la empresa, que a continuación vamos a detallar, basado en las recomendaciones que a este respecto hace el Servicio Público de Empleo Estatal en su web.
1º Análisis de la situación partida
Esta fase incluye realizar un diagnóstico de la situación de la empresa y analizar cuales son sus objetivos. El plan de formación debe estar alineado con la estrategia empresarial, por esta razón hay que tener con cuenta sus retos y proyectos en el corto y medio plazo, así como los posibles obstáculos que puedan surgir.
El análisis incluye factores externos e internos, tanto positivos (de éxito) como negativos (de riesgo), según contribuyan a la supervivencia de la empresa y la mejora de su competitividad.
2º Diseño de un plan de formación
Esta fase transformará la información analizada en el punto anterior en formación que dote a la plantilla de las competencias necesarias para solucionar los problemas y necesidades que se hayan detectado.
El Diseño de un plan de formación se elabora en tres etapas: identificación de las necesidades formativas (ya sea por carencias en la forma de trabajar o por la previsión de cambios y mejoras), determinación de las competencias a desarrollar (conocimientos, habilidades y desarrollo de actitudes), y los objetivos formativos (concretos y medibles).
3º Gestión e impartición de la formación
Esta fase supone la puesta en marcha del plan de formación diseñado en la fase anterior. Por ello, hay que establecer un cronograma con las actividades formativas concretas, los contenidos, la metodología, la duración, los trabajadores a formar, etc, y comunicarlo a la Representación Legal de los Trabajadores.
4º Evaluación de resultados
La finalidad de esta evaluación es valorar en qué medida se han alcanzado los objetivos formativos, tanto a nivel cuantitativo como a nivel cualitativo.
Los principales indicadores para la medición de las acciones formativas son cuatro: la satisfacción, el aprendizaje, la transferencia de los conocimientos al puesto de trabajo, y el ROI (retorno de la inversión).
5º Resultado final y seguimiento
En este punto se detallan los objetivos cumplidos con el plan de formación y aspectos a mejorar en base a la eficacia de la formación, la evaluación del aprendizaje, la rentabilidad de la formación y las mejoras en el plan de formación.
Una información relevante a la hora de elaborar un nuevo Plan de Formación en la Empresa, que se tendrán en consideración en su fase de "análisis de la situación de partida".