La formación permanente pasa por las microcredenciales universitarias
Suponen una oportunidad de reciclaje profesional para personas sin titulación universitaria que quieran estudiar en la universidad.
El interés por la formación permanente en España ha aumentando en los últimos años, y continuará en el futuro como consecuencia de en un entorno cada vez más cambiante y dominado por las nuevas tecnologías. En este sentido, mejorar los conocimientos y competencias y reciclarse será esencial para continuar en el mercado laboral.
¿Sabes cuántos trabajadores realizan ya formación continua en España? El Informe CYD 2023, elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, ha querido acercarse a esta cuestión analizando la población española en activo que ha participado en actividades de formación permanente durante el pasado año.
El informe revela que las personas con titulación universitaria son las que más apuestan por su formación continua: en 24% de los graduados universitarios realizó alguna formación en 2022. Las mujeres realizan más formación permanente, un 17% frente al 13,5% de los hombres (población adulta entre 25 y 64 años). Por edad, son los más jóvenes -de 25 a 34 años- los que más optan por reciclarse (un 25% frente al 8% de la franja de edad 55-64 años).
Las personas en situación de desempleo son las que más participan en estas actividades, un 17,4%, seguidos de los ocupados asalariados, con un 16,9%. Los autónomos son los que menos realizan formación permanente, casi un 9%. La mayoría opta por educación no formal relacionada con el trabajo. Lo hacen especialmente quienes trabajan en grandes empresas y aquellos que tienen contratos parciales y temporales.
Los grupos de alta cualificación (técnicos, científicos e intelectuales) registran las tasas más altas de participación en formación continua. Por sector económico, educación, actividades financieras y actividades sanitarias son los tres sectores que registran mayores porcentajes de asalariados cursando dicha formación. Les siguen el sector energético, información y comunicaciones, administraciones públicas y actividades profesionales, científicas y técnicas.
· Las microcredenciales universitarias, una oportunidad de reciclaje profesional
Se prevé que la universidad pierda alumnos potenciales por la disminución de la población de entre 18 y 30 años (edad típica universitaria) que se estima que se produzca en el horizonte 2050. No obstante, tiene ante sí una gran oportunidad con las microcredenciales, una formación a lo largo de la vida que podrán ofrecer las universidades y que viene reflejada en la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
Estas certificaciones validan los resultados del aprendizaje obtenidos en experiencias formativas de corta duración, abriendo la puerta a que personas sin titulación universitaria accedan a la formación permanente universitaria.
Para ponerlas en marcha se necesitará tanto de la financiación adecuada como de incentivos para que el profesorado se involucre, así como de alianzas con otras universidades e instituciones educativas o representantes del sector productivo y las administraciones públicas para que las microcredenciales sean efectivas.