Las habilidades directivas necesarias en 2024

19/01/2024 Redacción

Este año 2024 estará marcado por la incertidumbre de la crisis climática, la dependencia de los datos y la Inteligencia Artificial, la crisis de talento humano y los conflictos geopolíticos. Todo ello hará que los líderes empresariales trabajen en un clima de incertidumbre, donde la toma de decisiones ágiles y la capacidad de gestionar riesgos serán primordiales.

Así lo afirma el estudio Global Risk Analysis: Horizonte 2024, elaborado por EALDE Business School, que presenta distintos escenarios que las organizaciones deben tener en cuenta para afrontar riesgos y oportunidades. Las habilidades directivas que se precisan tienen que estar alineadas con los problemas que hay que resolver.

En este sentido, Juan José Romero Crusat, experto en desarrollo de modelos de negocio, sostiene que para ser eficaz en estos tiempos se precisa:

· Visión de futuro: un buen directivo debe tener capacidad para detectar con antelación aquellas oportunidades y amenazas que afloran por el horizonte.

· Flexibilidad: planificar sigue siendo importante para anticiparse a las circunstancias, pero hay que tener capacidad para adaptarse en función de la evolución de los hechos. Hay que saber modificar el camino en función de las métricas que se van obteniendo.

· Liderazgo contingencial: las personas con talento aportarán ideas susceptibles de convertirse en propuestas de valor diferencial. Hay que aprender a gestionar personas con enfoque a la innovación, para lo que hay que empoderarlas y delegar responsabilidades.

· Comunicación: hay que aprender a sintetizar los mensajes, expresando valor con mucha precisión y de modo conciso. Esto se aplica tanto a las relaciones con los miembros del equipo como con agentes externos.

Por su parte, Roberto Pérez Marijuán, profesor del MBA de EALDE Business School, aporta otras dos habilidades más relacionadas con lo tecnológico y con la transformación digital de empresas:

· Interpretación de los datos: en un entorno en el que cada vez hay más información, es necesario saber reunir y seleccionar lo relevante y utilizarlo de forma que impacte directamente en la mejora de cualquier área del negocio.

· Inteligencia emocional: en un mundo cada vez más veloz e incierto en el que el estrés forma parte de nuestra vida, la conexión emocional y la capacidad de comprender y gestionar las emociones propias y ajenas son fundamentales.

La gestión remota, la colaboración a través de múltiples plataformas y la toma de decisiones basada en análisis de datos se han vuelto fundamentales. Asimismo, la comprensión de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la analítica avanzada se convierten en un activo indispensable para la toma de decisiones estratégicas.

Fuente: Comunicación EALDE