Una realidad en auge: cambiar un puesto fijo por un trabajo por proyectos
En España, casi 2 de cada 10 trabajadores son freelancers, según cifras del Ministerio de Empleo. Open Innovation, conciliación laboral, flexibilidad absoluta y deducciones, entre las ventajas clave de trabajar por proyectos analizadas por IMF Business School.
Hace tan sólo unos años, conseguir un puesto fijo era el sueño de la mayoría de los trabajadores, aunque la realidad actual es bien distinta. Los cimientos del mercado laboral han ido evolucionando y la idea de pasar toda la vida en la misma empresa ha quedado obsoleta. Las causas de esta transformación son varias, pero entre ellas destacan: la desaparición de algunas profesiones basadas en tareas mecánicas, las consecuencias de la robotización y el desarrollo de nuevas formas de trabajar gracias a Internet.
No es algo del futuro. Los empleados del presente ya trabajan en su día a día con colaboradores freelance. De hecho, en EE.UU. se estima que en 2027 habrá más trabajadores freelance que contratados, según el estudio anual realizado por la asociación Freelancing in America. Además, afirma que la mitad de los millennials ya trabaja por su cuenta.
Trabajadores que entran a formar parte de una plantilla sabiendo exactamente cuándo finaliza el contrato se está convirtiendo, poco a poco, en nuestro país en una tendencia en auge. De hecho, el 18% de los trabajadores son freelancers, según las últimas cifras del Ministerio de Empleo.
A pesar de la multitud de desventajas que sufre este colectivo: vacaciones no remuneradas, tener más de un jefe, la asunción de los pagos a la Seguridad Social o la incertidumbre de cuándo surgirá un nuevo proyecto, las ventajas también son muchas. Por este motivo, IMF Business School ha querido analizar cuáles son los principales beneficios de esta nueva forma de trabajar:
· Open Innovation. En la actualidad, las empresas necesitan una fuente de talento más fluida e incorporar habilidades específicas que su plantilla no puede cubrir. El trabajo por proyectos les permite nutrir a su talento interno con competencias externas de forma más rápida y, al mismo tiempo, promueve la colaboración abierta y la innovación.
· Internet, su única herramienta. El desarrollo de las nuevas tecnologías ha hecho posible que se pueda trabajar desde cualquier parte del mundo con un ordenador y conexión a Internet. Esto ayuda a los freelancers a compaginar su trabajo con su localización, además de ofrecerles la posibilidad de trabajar por temporadas en diferentes países.
· Flexibilidad absoluta. Es el propio trabajador el que gestiona su tiempo, incluso sus vacaciones. Algunos freelancers se organizan para cumplir con los objetivos marcados por el proyecto y la fecha de finalización y se dejan libres algunos meses al año. Gracias a ello, los horarios encorsetados desaparecen. En este sentido, también es importante que sepan poner límites para que el trabajo no acabe ocupando todo su tiempo.
· Conciliación vida laboral y personal. Elegir el lugar de trabajo y los horarios facilita que puedan compaginar su vida profesional con la personal de una forma óptima.
· Motivación. Comenzar un proyecto nuevo viene cargado de nuevos retos e ilusiones. Por ello, este tipo de contrataciones hacen que el freelancer siempre esté motivado porque continuamente está haciendo algo nuevo, que le interesa y para lo que se ha preparado.
· Pluriempleo. Un contrato por proyectos ofrece la posibilidad de trabajar con diferentes empresas a la vez. Incluso, combinar el trabajo por cuenta ajena con un proyecto emprendedor. Esto permite al freelancer no sólo desarrollarse profesionalmente sino repartir sus fuentes de ingresos. Además, es una oportunidad de trabajo para todos aquellos parados en búsqueda activa de empleo.
· Deducciones. Desde del 1 de enero, con la nueva Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, los trabajadores por cuenta propia pueden deducir sus gastos de agua, gas, electricidad, internet y teléfono al 30% de la proporción existente entre los metros cuadrados de la vivienda destinados a la actividad respecto a su superficie total, ya sea en propiedad o alquilada.
Para Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, “la crisis económica, junto con la transformación digital, ha dibujado un nuevo panorama laboral en el que ser freelancer se está convirtiendo en una opción cada día más atractiva. Muchos estudiantes de los que acceden a nuestros másteres afirman estar trabajando por proyecto para varias empresas a la vez y siguen formándose en diferentes áreas ya sea porque les atrae o para especializarse".
Fuente: Comunicación IMF